Veo Veo: «Un viaje en tren»

Son tantas, pero tantas las veces que tomé ese tren que simplemente me parecen una sola. Una gran ida, de horas, días, e incluso años de viaje. Si la ida de este viaje en tren tarda tantos años, es porque seguramente no voy a volver. Un viaje de ida sólo para abrazarte un rato, para…

Son tantas, pero tantas las veces que tomé ese tren que simplemente me parecen una sola. Una gran ida, de horas, días, e incluso años de viaje. Si la ida de este viaje en tren tarda tantos años, es porque seguramente no voy a volver. Un viaje de ida sólo para abrazarte un rato, para rozar mi mejilla con la tuya, para mirarte a los ojos, besarte los labios y decirte cuanto te quiero…

Ilustración: Nair Carolina
Ilustración: Nair Carolina

Este viaje está repleto de amaneceres, de soles que me dan energía al despertar, pero también de muchos atardeceres, en los que con solo mirarlos puedo sentir que no me hace falta más nada, que puedo morir en ese mismo instante y que todo va a estar bien. Sólo necesitaría un atardecer como ese el día en que muera…o sólo me bastaría con mirarte a los ojos para morir en paz… “Pero shhh, no hablemos de la muerte en vos alta, que me da miedo que aparezca, porque tal vez crea que la estamos llamando, ¿te acordás de ese día?” Si, como olvidarlo…»Pero es que esa mujer ¿a dónde quería llegar tan deprisa?» Apuesto que salía del trabajo, y corrió el tren para poder llegar rápido a su casa «¿Acaso sería el día del cumpleaños de alguno de sus hijos?…» Si, tal vez era eso, «…y quería llegar rápido para terminar de decorar la torta…»Sí seguro fue eso lo que la hizo correr…Pero no pudo ser, la torta nunca se terminó de decorar. “-Alguien se suicidó- decía el señor en la fila del colectivo». Pero nosotras sabemos que no fue así, la vimos correr el tren, la vimos caer, la sentimos debajo de nuestros pies…La gente sacaba fotos, nuestra cabeza no entendía nada, nuestro corazón lloraba y las piernas caminaban sin rumbo…»Pero sshh, silencio, te dije que mejor no habláramos de ella, que me da miedo que aparezca”…

Un enano pasó cantando, “¿qué importa que sea un enano?” no sé, pero éste parece salido de alguna de las películas de David Lynch…»Es que a veces se te escapan los personajes de los cuentos y de las películas…Como aquella mujer, que mientras leías a Coelho contar un relato de manicomios, se sentó a tu lado y te empezó a hablar… No entendiste de que hablaba…»de un señor que le miraba las piernas, de que tenía que comprarse ropa… «si, y hasta te pidió consejo de qué le convenía comprarse…Vos casi no hablaste, yo sé porqué, es que sabías lo que habías hecho…sabías que habías dejado escapar al personaje de tu libro, y ahora era alguien más vagando en este mundo, y viajando en ese tren, como ese señor eneno que pasa cantando y bailando”…

Dormir, dormir por horas y despertarnos creyendo que estabábamos en otro país, ¿te acordás? «Sí, hablaban en guaraní, pero estábamos en Argentina…» Por momentos creíamos entenderles…entre mates y juegos de naipes ellos intentaban que el viaje se pasara más rápido. Siempre la misma hora: las 6 de la mañana y esperaba una larga jornada de trabajo duro…

«El otro día el tren pisó un caballo»… ¿un caballo? «Sí, lo dijo el guarda, y por eso hay ese olor»…

La otra vez un chico nos habló, entre risas aprendimos portugués, y el intentó practicar la letra “r”…Yo no sé que hacía viajando en nuestro tren, pero allí estaba, y el viaje se nos hizo más ameno…»Como la otra vuelta que hasta en inglés le explicaste a ese señor que el tren iba a dejar de andar, y no se te despegó por horas…”

Hoy viajo un rato con vos, me recuesto en tus piernas, quiero dormir, aunque esté toda torcida, sé que pronto me voy a despertar porque las piernas se me acalambraron, pero ahora sólo quiero dormir un rato…

El otro día fui a verte de nuevo, y volví extrañándote, quería leer, pero no podía hacer más que extrañarte, llorar y mirar el horizonte, buscando ese sol que todo lo llena, pero esta vez no llenó nada, sino que dejó más vacío y desolado el corazón…

(Horas, días, meses, años viajados en el tren de la línea Roca ramal Buenos Aires-La Plata)

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*¿Qué es Veo Veo? Es, ante todo, un juego, una excusa para conocer lugares de la mano de otros viajeros, contarnos historias, viajar aunque no tengamos la oportunidad de hacerlo, encontrarnos. Se realiza una vez al mes y las temáticas se eligen en el grupo Veo veo en Facebook, y por medio del hashtag #VeoVeo en Twitter y otras redes sociales. ¿Querés jugar? ¡Veo veo! ¿Qué ves?

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Respuestas a “Veo Veo: «Un viaje en tren»”

  1. Ana (Ana Travels)

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  5. Diana Garcés

    Vaya cantidad de experiencias que se viven en un tren. Algunas son maravillosas, alegres, otras tristes y deprimentes. Pero todas en general nos enseñan un montón de cosas. Un abrazo 🙂

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